1 de abril de 2010

Entering the shock


Hubo un terremoto inmenso, sin más, y todo empezó a derrumbarse. El mundo se cayó tan rápido que apenas tuvo tiempo de ver cómo ocurría. Ella corrió a casa y se escondió, y fue lo suficientemente rápida como para cerrar la puerta antes de que el terremoto destrozase su cuarto también.  No quiso volver a salir. Sabía que el mundo, tal y como lo conocía, había desaparecido... así que ¿para qué molestarse?

2 comentarios:

  1. Quizá hace falta un terremoto para empezar de cero...será que soy positiva, el mundo no está tan bien como para no poder hacerlo explosionar y empezar de nuevo...

    gracias por pasar. saludos

    ResponderEliminar
  2. que genial
    no sé, lo del terremoto :)
    me encanta

    ResponderEliminar