24 de junio de 2010

The unbreakable things that, actually, break.


Se me ha roto el tiempo
hace dias que va mal.
Ya corre cuando debe y cuando no.
Ya se para de igual modo
sin ni siqueira preguntar.

¿Existe solución,
arreglo o apaño
para que con el paso de éste
deje de hacerme daño?

Se me ha roto el tiempo,
que no el reloj.

16 de junio de 2010

Cuando menos te lo esperas...


...algo toca el resorte, como un botón que activa eso que faltaba.

Había estado un poco preocupado. Volvió a salir, pero también es cierto que había algo diferente… Claro que se lo pasaba en grande, y disfrutaba como el que más, pero se había dado cuenta de algo y lo intentaba mantener en secreto: Se había olvidado de cómo bailar.

De repente la vuelta a la normalidad no había sido completa, estaba oxidado, no sabía bailar. ¿Cómo se olvida eso? ¿Cómo se recordaba algo que hasta entonces había hecho de manera instintiva? Nadie le había enseñado nunca, simplemente le salía del interior, lo llevaba dentro como una fuente que emanaba luz cada vez que sonaba la música, y por eso se asustó.

Pensó en tomar clases, y que mientras tanto disimularía con excusas. Sin embargo, un día que salió a dar una vuelta se encontró con antiguas amigos y para ponerse al día se lo llevaron a tomar algo… y así, en medio de la noche, se dio cuenta de que había vuelto. Ya era algo completo, su vuelta. Volvía a bailar, y eso le devolvió la vida, porque ni siquiera él se dio cuenta de en qué momento empezó, pero allí estaba de nuevo. Y se sintió pleno.

7 de junio de 2010

¿Por qué pintar con tiza?


Un niño pequeño. Dentro de un círculo de tiza. A unos metros de él pintan una raya en el suelo, y al otro lado colocan un montón de caramelos
Caso uno: Le dicen que solo puede cruzar la raya una vez y coger solo un caramelo. Aunque quiera cruzar y quedarse al otro lado para comerse los caramelos despacio, y disfrutar todos y cada uno de ellos, sabe que no puede. La única norma que hay solo le deja ir a por uno. 
Caso dos: El niño, en su círculo de tiza, no sabe nada, así que se levanta, y va a por uno. No sabía que había caramelos tan ricos… y cuando vuelve a entrar en su círculo, y ya está pensando en volver a cruzar la dichosa raya a por otro caramelo, entonces viene alguien y le dice que no puede, y le cuenta la norma. 
Si fueras ese niño ¿Cruzarías a coger solo uno aún sabiendo que no vas a poder volver a cruzar? Al menos te planteas en el caso uno.

2 de junio de 2010

No puedo dejar de andar

Dondequiera que esté
siempre me dices
que no sé echar raíces,
que me queman los pies.