22 de febrero de 2010

Parece que va a haber tormenta


Dio un portazo tan grande al entrar que descolgó la puerta, y una grieta cruzó volando todo el largo de la pared, formando el dibujo de un rayo. Un rayo inmóvil, que permanecería allí para siempre, solo para recordarle ese momento de la historia. El primer rayo de una de las peores tormentas.

Me giré y no vi nada, pero sabía perfectamente qué había sido. Podría haber vuelto sin hacer ruido, despacito, pasando desapercibida, pero supongo que esa no era su forma de actuar –aunque recuerdo alguna visita inesperada y silenciosa-. Siempre lo terminaba desbaratando todo. Recuerdo la primera vez que me ayudó… para luego apuñalarme por la espalda.

1 comentario:

  1. Me encanta, estoy viendo tus entradas y están muy bien escritas.
    No tienes lista de seguidores, si la pones aqui hay uno.

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